Para esta tarea decidí pensar en una actividad para una tutoría. Como
hemos comentado en la mayoría de las clases así como en muchas de las entradas
de este blog, el autoestima es algo fundamental para toda persona y por ende, esto
también se ve reflejado en el ámbito escolar. Por este motivo, decidí centrar
esta actividad en este tema.
De este modo, se empezaría la sesión con la proyección de este vídeo:
A continuación, se llevaría a cabo una pequeña discusión en la que se
les preguntaría a los alumnos cuáles son las conclusiones que se pueden sacar
del vídeo: si creen que eso de verdad se puede aplicar a la vida real o si por
el contrario ese tipo de cosas solo ocurren en los anuncios y las películas.
Además, se les podría animar como una sugerencia a que ellos mismos tratasen de
poner en práctica ese mismo experimento. Una vez concluido que una actitud
positiva atrae normalmente consecuencias positivas se pasaría a la actividad
que consiste en lo siguiente:
Cada alumno dibujaría un círculo en una hoja de papel y escribiría su
nombre encima. Después, pasaría su papel a su compañero de la derecha y así
sucesivamente hasta que todos los papeles hubiesen pasado por todos los
alumnos. Cada persona tendría que escribir en cada papel una cualidad positiva diferente
de la persona correspondiente. Ya sea sobre su personalidad, sobre su físico,
sobre sus capacidades o cualquier otra cosa positiva que se les ocurra.
El objetivo de esta actividad, además de aprender a dar y recibir elogios
o de valorar las cualidades positivas de otras personas es comprender que todas
las personas tienen cualidades positivas, nos caigan mejor o peor, y que en eso
es en lo que deberíamos centrarnos. Además, descubrir lo que sus compañeros
aprecian sobre ellos les ayudará a valorar sus cualidades positivas y podrá
ayudarles a mejorar su autoestima.