En esta última sesión con Luz y Ana nos volvimos a juntar todos los
alumnos de Lenguas Extranjeras del master para llevar a cabo un debate. Los
temas principales eran el uso de la tecnología en el aula, los deberes y el uso
de la lengua materna. Pero antes de meternos en materia hicimos un warm up llamado talking to a martian, que consiste en que, por
parejas, una de las personas hace preguntas a su compañero y este, pretendiendo
ser un marciano, finge no entender algunas palabras de modo que la otra persona
debe tratar de explicarlas. Este juego me pareció muy divertido y una forma
interesante de que el alumnado trabaje cómo definir las cosas además de
trabajar los sinónimos. Además, es bastante fácil adaptar el nivel de
dificultad.
A continuación, nos centramos en hablar de las cualidades que
pensábamos que mostraría un buen profesor. Para eso, nos dividimos en pequeños
grupos y nos dijeron que pensásemos en un buen profesor que hubiésemos tenido
alguna vez, explicando al grupo lo que nos gustaba de ellos y en qué modo eran diferentes a otros profesores. Después de este pequeño intercambio de
información, todos los grupos fuimos comentando estas características mientras
Ana las apuntaba en el encerado. Este fue el resultado:
What makes a good teacher?
- Que tenga interés
por sus alumnos
- Sentido del humor
- Respeto
- Organización
- Flexibilidad
- Interés por
mejorar
- Empatía
- Que invite a
participar
- Pasión por su
trabajo
- Que sepa
transmitir
- Tener mano
izquierda
- Ser justo
- Ser buen actor
- Que sepa
despertar curiosidad.
Después de esto, vimos un vídeo en el que varios estudiantes
destacaban las que ellos pensaban eran buenas cualidades y que en su mayoría
coincidían con las que nosotros habíamos destacado. Esto resulta en parte
tranquilizador puesto que son tantas las expectativas puestas en la labor del
docente que ser consciente de que lo que más se valora son aspectos como la
empatía, la pasión o el respeto hace que nos demos cuenta que con voluntad y
unos principios claros todo se puede conseguir.

A continuación, hablamos sobre el uso de la tecnología en el aula.
Todos nos mostramos de nuevo en acuerdo, ya que pensamos que puede ser algo muy
beneficioso. Así, la mayoría coincidimos en que se deberían incluir como complemento
que puede añadir calidad a la educación, pero otras personas pensaban que la
educación del futuro deber ía estar totalmente centrada
en la tecnología. Por el contrario, algunos compañeros y compañeras
compartieron sus miedos por no ser capaces de controlar por ejemplo, el uso del
móvil, para lo que Luz y Ana nos dieron algunos consejos.

De este modo, los deberes pueden ser un complemento muy valioso al proceso de enseñanza-aprendizaje llevado a cabo en el aula. Además, como vimos en anteriores sesiones, Luz nos recomendaba dejar las tareas más ‘tediosas’ como lo puede ser el writing para casa, ya que en la clase nos consumiría un tiempo muy valioso que podríamos emplear en otras actividades más comunicativas y participativas. Sin embargo, tras todas estas sesiones también pudimos reflexionar que los deberes no tienen por qué significar de por sí algo aburrido. Para ejemplificar esto me remito al ejemplo que Ana nos dio sobre el 3 minute cupcake. En esta actividad los alumnos estarían trabajando sus habilidades de comprensión lectora además de un gran número de competencias mientras hacen algo tan divertido como puede ser un cupcake.

María